La cirugía de la columna es la corrección de las anomalías estructurales de la columna vertebral que originan dolor.
La cirugía de la columna consiste en llevar a cabo una cirugía con el fin de corregir posibles anomalías de carácter estructurales.
Las lesiones de la espalda y, más concretamente, las de la columna vertebral se han convertido en un problema que cada vez afecta a más personas. El paso de los años, los accidentes, los sobreesfuerzos y las malas posturas en el día a día son causas del problema.
La cirugía de columna permite descomprimir, movilizar los elementos, fijar estructuras vertebrales y sustituirlos. La cirugía de la espalda es una opción a tener en cuenta en el momento en el que tratamientos conservadores no han funcionado y el dolor sigue siendo persistente e impide el desarrollo de una vida normal.
Existen diversos tipos de cirugía de espalda:
La cirugía de columna se lleva a cabo con el fin de corregir patologías de la columna vertebral que causan un dolor en el paciente.
La cirugía de la espalda se utiliza para aliviar el dolor y/o el entumecimiento que se asocia a este dolor, que en muchas ocasiones se irradia hacia otras zonas de la espalda, brazos y piernas.
Normalmente, el origen del dolor de espalda y de columna está en la compresión de un nervio dentro de la misma. Los nervios se pueden comprimir por varios motivos. Un ejemplo serían los problemas en los discos, como por ejemplo una hernia, que puede acabar presionando demasiado una vértebra contra el nervio.
En ocasiones, la osteoartritis genera un exceso de hueso en la columna vertebral.
Existen distintas opciones de intervenir la columna. Son las siguientes:
Fusión:
Normalmente, se utiliza la fusión o la artrodesis vertebral en los siguientes casos:
Técnicas quirúrgicas:
Técnicas de descompresión:
El paciente acostumbra a ingresar en el hospital o centro sanitario en el que se realizará la intervención un día antes de someterse a la misma. Las pruebas de anestesia, así como la exploración física y el preoperatorio ya estarán hechas en el momento de ingreso del paciente.
Éste no debe comer ni beber nada al menos doce horas antes de comenzar la cirugía.
Al margen de aspectos básicos, la cirugía de columna no requiere de una preparación especial, aunque debe estar preparado para afrontar las semanas de recuperación, en la que posiblemente necesitará la ayuda de un familiar o acompañante para acostumbrarse poco a poco a realizar actividades.
Normalmente, el paciente permanecerá ingresado bajo observación durante varios días, y una vez que regrese a casa deberá hacer frente a su recuperación.
Es importante mantener limpia la herida y seguir las instrucciones o recomendaciones facilitadas por el especialista en Traumatología.
En el caso de que el paciente se haya sometido a una disectomía, es común que el paciente sienta dolor o debilidad, aunque su recuperación es rápida y los síntomas deberían mejorar notablemente de una o dos semanas después de la intervención.
En los casos de cirugía de fusión, la recuperación es más complicada, ya que al menos deberá permanecer en reposo y sin recuperarse a su actividad diaria durante al menos tres o cuatro meses, y la cicatrización ósea puede tardar más de un año en concluir.
En el caso de que el paciente haya sido sometido a una artrodesis vertebral, deberá estar en reposo y sin realizar actividades cotidianas unos dos meses.
Hoy en día existen diversas opciones de intervenir la columna vertebral. En el caso quirúrgico, la principal alternativa a la cirugía convencional de la columna vertebral es la cirugía a partir de técnicas mínimamente invasivas.
Estas técnicas de mínima invasión quirúrgica permiten acceder a la columna vertebral a través de diminutas incisiones con las qué apenas se daña el tejido a tratar y aquel que le rodea.
Las técnicas mínimamente invasivas de columna vertebral obtienen grandes resultados minimizando el nivel de agresión quirúrgica y ofreciendo al paciente un postoperatorio más corto y menos doloroso.
A su vez, existen otros métodos de carácter más conservador para tratar problemas en la columna. Algunos se basan en la combinación de medicamentos para reducir el dolor que se acompañan de terapias ocupacionales y ejercicios de fisioterapia con el fin de fortalecer la zona.
Otros tratamientos como la estimulación transcutánea, la denervación por radiofrecuencia o la neuroestimulación medular pueden aliviar los problemas y los dolores crónicos de columna vertebral.
Este sitio web utiliza Cookies propias y de terceros para recopilar información con la finalidad de mejorar nuestros servicios, para mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias, así como analizar sus hábitos de navegación. El usuario tiene la posibilidad de configurar sus preferencias AQUI.